dos por cuatro sale una canción: escuchada, tarareada, imaginada. mantiene distancia, aunque desde una calle húmeda y oscura se manda un guiño cómplice. una melodía "como mis palabras" sonó justo cuando daban ganas de corte y quebrada para mis pasos.
ahi me veo, mano en la cintura, brazo extendido, tarareando bajito: yo soy un gorrión viajero/ el mundo entero fue mi ambición/igual que baldosa floja/ salpico si alguien me pone el pie[...]yo iré bailando mientras la taba me dé con qué [la chicana]
