10 abril 2006

[ triología ]

un silencio que se rompe. me había prometido dar una nueva mano, blanco frío y profundo. cruzaste la línea y tuve que hacer unas cruces para que aprendieras que ese NO era tu camino. nunca vas a aprender, nunca voy a soportarlo, estoy segura.



el tejido empieza de nuevo. lana verde que comienza en torpes nudos que se hacen un poco más espertos, al menos afianzados. la esperanza de en breve tener un abrigo que porteja del frío es cada vez más intensa.un maldito hilo y todo el enlace se desarma. horas en segundos.



la destrucción fue siempre más fácil. la sangre hierve y el rojo sube a la cabeza, ahí se mantiene, permanece en silencio, pero constante. un dolor agudo que pretende ser reflejo de golpes en lugares inexistentes.



los gritos en las canciones me son todos ajenos. menos una, hoy también: if I could start again/a million miles away/I would keep myself/I would find a way

4 comentarios:

p.d. alvarez dijo...

La destrucción es más fácil para el destruído que para el destructor.

Casi siempre

Natalia dijo...

le hiciste cruces en punto cruz? no sé dónde aprendieron nuestras abuelas, pero a mí el tejido y el bordado no me sacan de la tristeza. parece que todo se termina anundando y desmoronando de la misma manera que el resto de las cosas. digámoslo: la artesanía no ayuda, gente.

Ezequiel Wolf dijo...

el silencio
sangre hervida

esto es el punto G

vinilica vegana dijo...

no se no se
hoy no se

quería decirle que espero pase usted un lindo fin de semana

saludos